El Patio de Pelegrín conserva el encanto de la convivencia armónica con el medio ambiente. Un espacio donde asumen los reveces como puntos de partida y desafían barreras para reinventarse y ser útiles a la comunidad. Las afectaciones provocadas por eventos hidrometeorológicos y las adversidades asociadas a la actual situación económica no les impide soñar y hacer.
En este proyecto que es de referencia para el trabajo comunitario en Cuba, mantienen la formación cultural, el cuidado medioambiental y la producción de alimentos con prácticas agroecológicas.
Los reveces no les impiden avanzar y consolidarse como referentes para los pobladores de Puerta de Golpe, una comunidad con base económica agrícola.
El artista Mario Pelegrín, gestor del proyecto, considera que su patio es la mejor obra de su quehacer.
El Patio de Pelegrín es ejemplo del uso de recursos endógenos para el desarrollo local. Una muestra tangible de que podemos revertir el impacto de las adversidades, reinvertirnos con esfuerzos propios y alcanzar resultados que contribuyan al bienestar social.