Especialistas en cultura popular han dado a conocer lo que se entiende por tradiciones. Existen varias definiciones al respecto, pero todas coinciden en que se trata de la entrega que hace una generación a otra; lo cual implica costumbres, ideas, doctrinas, ritos y otros componentes de la vida del hombre relacionados con su devenir histórico cultural.
Una muestra de cómo los hombres se apegan a sus tradiciones tiene lugar cada 24 de febrero en el pueblo de Pilotos hace más de un siglo. Se trata de conservar una tradición asociada a la vocación independentista y revolucionaria de los consolareños.
El 24 de febrero de 1895 reinició en Cuba la guerra contra el colonialismo español. Durante la Invasión a Occidente el Lugarteniente General Antonio Maceo y sus hombres estuvieron en dos ocasiones en Pilotos. Decenas de piloteños aprovecharon la ocasión para unirse al “Titán de Broce”.
Terminada la contienda, orgullosos de haber cumplido con la Patria, algunos combatientes regresaron el poblado. Entonces el oficial del ejército mambí, Manuel Vanegas Estrada propuso celebrar cada 24 de febrero las fiestas de Pilotos, para recordar el día que los cubanos reiniciaron la lucha por la independencia y la estancia allí de Maceo.
Desde comienzos del siglo XX cada 24 de febrero, apenas rompe el alba en Pilotos, se escucha la diana mambisa tocada por un cornetín a usanza de los días gloriosos de la manigua. Un poco más tarde tiene lugar el acto cívico escolar en recordación de los patriotas de la gesta emancipadora cubana. Luego continúan las actividades recreativas que incluyen un parque de diversiones, venta de una gran variedad de comidas y artículos varios. La misa a la virgen de la Caridad del Cobre y los fuegos artificiales. A partir de las nueve de la noche el bailable con una las mejores orquestas del país.
El paso del tiempo ha modificado algunos detalles de esta tradición, admirada en toda la Vueltabajo, pero su esencia popular y patriótica continua intacta.